lunes, 4 de junio de 2007

Niñez de la calle.


La situación de la niñez de la calle no es un problema aislado, se encuentra inmerso a todos, como consecuencia social de la pobreza.
Las consecuencias son sufridas por los niños en la falta de afecto, las difíciles situaciones por las cuales les toca vivir y las posibilidades de desarrollo que le son denegadas.

· Los niños de la calle se encuentran en situación de vulnerabilidad extrema,(sin acceso a sus derechos)
· Permanecen en ambientes adversos de amenaza constante y tendrán siempre las secuelas traumáticas de angustia – sobrevivencia durante el día y la noche.
· Su situación familiar suele ser de carencias, problemáticas y difícil(los padres, hermanos, tíos, abuelos, etc., suelen formar parte de un conflicto mayor en vez de representar un grupo de contención del niño)
· El aprendizaje y la educación es en su mayoría un tema secundario o nulo en este tipo de contextos
· la situación de pobreza en la que viven los impulsa a ser ellos quienes contribuyen en el ingreso económico familiar.
· Los niños que sobreviven en la calle son vulnerables a las adicciones, al abuso, y enfermedades de transmisión sexual (incluyendo el HIV/SIDA), los embarazos tempranos, la violencia y a ser reclutados en pandillas…

¿Y la Sociedad?

En cuanto a la sociedad, la falta de una adecuada atención y la falta de inversión en su educación y formación general constituye una pérdida muy importante en un capital humano potencial para la sociedad, debido a su vulnerabilidad y la exclusión social de la que son víctimas, buscan la pertenencia a grupos que, en cierta medida, sustituyan a la familia ausente y ofrezcan cierta protección y buscan medios de escape de la realidad de sus vidas, presentando una tendencia a formar parte de las pandillas juveniles y a tomar drogas.
A raíz de estos efectos secundarios seguimos incrementando los círculos de pobreza, violencia y exclusión social.

viernes, 1 de junio de 2007

"¿Una monedita, don?"


No parece tan difícil. El tema es tener bien afilada la vista para distinguir qué clase de vehículo es, a más de cien metros, avanzando a velocidad sobre la avenida y, sobre todo, antes que el semáforo se ponga en amarillo. La ventaja es cantar uno antes que los demás: ¡Cuatro-cuatro!, ¡Cuatro ojos! Entonces sí, cada uno atacará el parabrisas del vehículo elegido con la esponja y el detergente. Tras una buena chorreada jabonosa en el vidrio -que en el mejor de los casos quedará pidiendo una lavada de cara posterior- viene el pedigüeño: "¿Una monedita, don?". Mientras que los otros, los que la altura no les da para alcanzar el parabrisas, pedirán lo suyo después de un improvisado juego de malabares con pelotitas rojas o amarillas (se ven mejor entre las brumas del atardecer). ¿Pedir o mendigar? ¿Los mandan o lo hacen porque no tienen otra salida para comer? La respuesta será según con el cristal con el que se lo mire. Lo único cierto es que para los pibes que durante todos los días se dispersan por las esquinas de las calles, las monedas que juntan son su único recurso de supervivencia, propia y familiar. Una forma de trabajo infantil, si se quiere, que los instala en la calle y que, muchas veces -la mayoría- es el sustento de un hogar extenuado en la miseria que expulsa hijos a la calle; a cara o cruz de peligros y destierros.

Visita del Equipo del Programa “Mi Pueblo” a distintas localidades entrerrianas


En el marco de las actividades del Programa “Mi Pueblo”, que viene desarrollando el Ministerio de Salud y Acción Social, a través de la Coordinación de Programas Sociales Nacionales, desde el pasado miércoles 16 al sábado 19 de mayo se recorrieron las localidades de Puerto Yerua, Los Charruas (Departamento Concordia), Pronunciamiento y San Justo (Dpto Uruguay). En la oportunidad se realizaron jornadas de trabajo donde participaron funcionarios provinciales, municipales y entidades civiles.

Quema de medicamentos.


La diputada provincial Lucy Grimalt (La Red-Paraná) presentó una denuncia penal contra el ex secretario de Salud de la provincia, José María Legascue, por la comisión del delito de violación de los deberes de funcionario público, tipificado en el artículo 248 del Código Penal. Esta acusación fue interpuesta este viernes al mediodía, 24 horas después de la denuncia publicada por el Semanario ANALISIS, de la incineración de más de 12 toneladas de medicamentos sin explicaciones oficiales que se encontraban depositados en el subsuelo de la Secretaría de Salud. La legisladora explicó que hay dos posibles formas de haber cometido el delito: “En primer lugar, si los medicamentos destruidos eran los que se habían sacado del incendio del galpón de Bajada Grande en 2003, los funcionarios involucrados han faltado a su deber de destruirlos en forma inmediata”, y en segundo término, “si los medicamentos destruidos no fueron comprados por esta administración, ya que esto podría indicar que no estaban vencidos al momento de ser destruidos o que se dejaron vencer sin ser entregados a los pacientes”. Además, adelantó que el lunes ampliará la denuncia, agregando la normativa que fue violada, entre otros puntos.